Beta-amiloide es un producto de desecho metabólico que se encuentra en el líquido entre las células del cerebro (neuronas). Una acumulación de beta amiloide está relacionada con el deterioro de la función cerebral y la enfermedad de Alzheimer. En la enfermedad de Alzheimer, los beta-amiloides se agrupan para formar placas amiloides, que dificultan la comunicación entre las neuronas. Las imágenes cerebrales después de una noche de privación de sueño revelaron la acumulación de beta-amiloide (rojo) en el hipocampo y regiones cercanas.

La alteración del sueño esta asociada con la enfermedad de Alzheimer. Los estudios sugieren que durante el sueño, se produce la eliminación de beta-amiloide del cerebro. Esta demostrado que la falta de sueño eleva los niveles de beta-amiloide cerebral en ratones. En el ser humano, no se conoce tanto sobre el impacto de la privación del sueño sobre los niveles de beta-amiloide.

Para investigar el posible vínculo entre el nivel de beta-amiloide y el sueño en las personas, el autor principal, el Dr. Ehsan Shokri-Kojori, y un equipo dirigido por los Dres. Nora D. Volkow y Gene-Jack Wang, del Instituto Nacional de Alcoholismo y Abuso del Alcohol (NIAAA) de la NIH, utilizaron la tomografía por emisión de positrones (PET) para analizar los cerebros de 20 participantes sanos, de entre 22 y 72 años. Para medir el beta-amiloide utilizaron un radiotrazador llamado F-florbetaben que se ha demostrado que se une a beta-amiloide. Los resultados se publicaron en abril de 2018 en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias .

Los investigadores escanearon los cerebros de los participantes después de descansar una noche completa y después de una noche de privación de sueño (aproximadamente 31 horas sin dormir). El nivel de beta-amiloide aumentó alrededor de 5% en los cerebros de los participantes después de perder una noche de sueño. Estos cambios ocurrieron en regiones del cerebro que incluían el tálamo y el hipocampo, que son especialmente vulnerables al daño en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer.

Los científicos también encontraron que los participantes del estudio con mayores aumentos en beta-amiloide mostraron un estado de ánimo peor después de la privación del sueño. Estos hallazgos respaldan otros estudios que han encontrado que el hipocampo y el tálamo juegan un importante papel en los trastornos del estado de ánimo.

“Aun cuando la muestra fue pequeña, este estudio demostró el efecto negativo de la privación de sueño sobre el aumento de beta-amiloide en el cerebro humano” dice Shokri-Kojori. “Para resultados concluyentes, se requieren nuevos estudios que consideren una población mas grande y diversa.”

“Esta investigación amplia el conocimiento de los efectos potencialmente nocivos del insomnio sobre el cerebro y sus implicancias para una mejor caracterización de la patología de la enfermedad de Alzheimer,” indico el Dr. George F. Koob,Director de NIAAA.

Se requieren mas estudios, para identificar en forma precisa, el mecanismo biológico que explica el incremento observado de beta-amiloide. También es importante notar que el enlace entre los desordenes del sueño y el riesgo de Alzheimer es en ambas direcciones, es decir que elevados niveles de beta-amiloide puede llevar a problemas de sueño.